El β-D-glucopiranósido de etilvainillina, como ingrediente aromatizante de primera calidad, se utiliza principalmente para mejorar las propiedades de fragancia de alimentos y cosméticos. Debido a su estructura química única, mantiene la estabilidad durante el procesamiento térmico, por lo que es ideal para su uso en horneados a alta temperatura, bebidas y mezclas de sabores. Además, su excelente biocompatibilidad y su origen natural lo hacen muy apreciado en la industria cosmética, sobre todo en la producción de productos de alta gama para el cuidado de la piel y perfumes.